fue por una rubia loca
que bailaba sola hasta el amanecer*
A lo mejor está mal hablar de Rayuela, y a lo mejor está mal pensar que está mal hablar de Rayuela y así me puedo ir para atrás para atrás hasta que no pueda ir más lejos y me caiga de espaldas, lo que, se sabe, es la posición más cómoda. Lo sabía, al menos, la tía en dificultades, la tía explicada o no.
En momentos como este ya no me acuerdo por qué está tan mal referir a Cortázar, por qué hay que admirarlo sólo a hurtadillas, y pienso que tal vez es algo que me he impuesto yo, tan encasillada en mi compromiso con lo abstracto. Lo que sí recuerdo y sin talveces en momentos como este es que habemos algunas que nunca seremos La Maga.
Pero, quizá lo sepa y se me va olvidando, desconozco si esto en realidad me importa ahora o es simplemente un hecho que conozco y dejo que se me escurra con los días. No seré nunca La Maga ni seré hermosa ni seré un gato o un perchero brillante y funcional en la esquina del salón. Me importa o no. Voy decidiéndolo con los días que se me escurren. Un día sí, otro menos, después quizá otra vez, ya no lo puedo saber. No soy tu bicho. Lo que hago es ir ocultándolo y ocultándome en disculpas, en estas apologías de mí misma que son tristes tristes y que son todo lo que soy: explicaciones de mis carencias que me entristecen pero no me importan y se lo voy a repetir otra vez.
No soy La Maga ni Hélène y ni siqueira Estefanía, porque al final no tengo ni argumentos ni maravilla para salir victoriosa por una vez en guerras a las que nadie me llama y en las que estoy sólo yo, menudo rival, para vencer.
No perdonamos ser como somos, y yo me conozco, me sé, me he visto, y finalmente eso es lo que duele más.
A nadie voy a engañar.
*Siempre todo lo mío parte del mismo lugar. Mi tristeza, que se siente como un saquito de garbanzos hervidos guardados detrás de las costillas, es la misma tristeza que era la mía hace 5 y 10 y 15 años atrás. Sé que nunca voy a ser La Maga, pero algún día, hoy no, voy a poder sentirme orgullosa de serme tan fiel, tan leal.
2 comentarios:
A lo mejor no eres la maga, sino l'otro. Y la maga vendría siendo yo (guiño guiño).
-shh, no le digas a nadie, pero dejé una sorpresa para ti en mi blog.
Eres todo lo que quieras. Sólo escribe, pues cuando te leo me pareces tan seductoramente pecable y diamantina.
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