martes, junio 26, 2007

Graciela, the employee with serial personal problems

El mejor medidor de edad es ese que se basa en el humorismo elitista. No hay forma de negar lo evidente cuando se ha llegado a ese momento de la vida en que se encuentra a Dilbert tan gracioso como real.




Nunca pensé que iba a pasar los 25. Y todavía no los paso pero ps, ya vi como que no. A partir del lunes renuncio a mi fe en los sueños premonitorios.

Empiezo una nueva vida.




*Hacer cita con alguien que me lea el tarot*

5 comentarios:

bandala dijo...

Me pasó casi lo mismo que a usted: juraba que no iba a llegar a los 18 pues seguramente una micro asesina se interpondría entre una servidora y su credencial de elector. La idea de pasar de los 25 ya excedía por mucho mi imaginación.
Que los sueños sean premonitorios o no, eso no lo sabemos a ciencia cierta. Pero no deje de creer en ellos, de verdad.
Saludos y abrazos.

B West dijo...

todos queremos empezar una nueva vida,hay que atrevernos a vivirla!!

;) sobre todo a disfruarla!


besos!

Anónimo dijo...

Yo no diré comentarios positivos, míreme nomás, aquí solo como un perro, y que no le lean las cartas porque luego le aplastan un dedulce...
puras tristezas

Gilmar Ayala Meneses dijo...

Yo voy para los 30 hermosos y grandiosos años. Así es, ya sólo me faltan casi un poco más de un par de años para llegar a mi cuarta década de vida. ¿Cómo me siento? ¿La verdad? Cada día recibo con más ahínco y entusiasmo los días y, con ellos, los años. Los años, como el trabajo, ennoblecen y dignifican. Y, a esta altura del partido, te digo, Andrómeda, que hay cosas increíbles e inimaginables que son toda una aventura digna de vivirse y disfrutarse. Benditos los años que te llegan y que tienes por vivir...

Anónimo dijo...

...Ohhh te gusta Dilbert!!

Ahora me caes mucho mejor.


(comentario fuera de lugar, pero necesario sino me iba a morder la lengua y eso no es agradable)