Sorry for herself, feeling stupid feeling small
Wishing she had never left at all
Wishing she had never left at all
El silencio no necesariamente significa que me he dado por vencida, pero me canso de intentar, de inventar razones. Es que todo a veces se vuelve como un cuarto pintado con esos pincelines que tenían uno blanco que desdibujaba sobre los de otros colores. El cuarto se incendia y yo pinto en las paredes salidas de escape con el plumón mágico y salgo, pero sigue otro cuarto igual y otro y otro. Por eso mejor me dibujé un sofá y me senté en él, a no hacer nada, a ver si alguien hace algo, a ver si alguien juega mis canicas por mí. No sé si se pueda ganar, pero, aunque me va bien y es congruente con mi discurso, yo ya no quiero perder.
Estoy con las piernas encogidas y la cabeza en las manos, pero sin irme. Eso es lo que puedo ofrecer. Yo no me voy a cansar de esperar. Además, todavía queda la noche.