viernes, enero 20, 2006

De consuelos (desconsuelos)

Qué bueno que nunca he tenido muchas oportunidades, así no siento que he dejado ir cosas que pudieron haber sido grandes en mi vida.

Qué bueno que nunca le he gustado mucho a la gente, así no siento que me estoy quedando sola.

Qué bueno que nunca he sido muy buena en algo, ni he viajado mucho, ni he sido bonita, ni he sido feliz. Qué bueno y qué suerte, de la de cosas que me habré salvado.

Bienaventurados los jodidos de antemano, pues.

* * *

Total, que cuando ya todo esté insoportablemente mal, siempre queda la opción de darse un golpe bien fuerte en la cabeza, quedar en blanco y volver a empezar.

* * *

Lo mío, mi vida, es algo así como una historia que tiene un agujero en medio: me da miedo caerme y que al salir ya no te vuelva a encontrar.




serenidad para que no se corte mi respiración
serenidad
para tomarte de la mano
y no llorar

5 comentarios:

Luis Ricardo dijo...

Ah la famosa "paradoja del hoyo de la dona..."

Anónimo dijo...

Nunca he sido bonita. Extraño... Así decía La patita fea (perdón por el cambio de género), pero ignoraba su verdadera identidad... No worries: beauty is in the eye of the beholder...

¿Por qué dona? ¿No podría ser un baguel? ¿Cuándo una dona se empieza a considerar rosca? Meditemos, hermanos...

Fusnes H. dijo...

Pero si alguna estrella se cae, seguro que es para ti (y brilla, mira); así dice Antonio y yo le creo. También estoy convencido que eres pietila y también impecable y también diamantina

Livi Jazmín dijo...

Es curioso y atractivo, Graciela, que escribas lo triste de un modo tan gracioso. Qué autoparódica que sos.

Yanosoy dijo...

¿Acaso las donas estan de moda en los blogs...?

Como premonición, estuvo uno de tus posts. La felicidad es peligrosamente efimera, es el hielo que subre un lago congelado... hay que ver donde se pisa