A veces los tiempos y los espacios prefieren no encontrarse y no hay nada que uno pueda hacer para remediarlo.
Ante la lejanía o el destiempo (la lejanía y el destiempo) es reconfortante mirarse el vientre y ver que no hay ahí ninguna cicatriz.
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A este post se lo comieron las moscas.
Pronto: a Zapotlán el grande también.
4 comentarios:
Crimen, vientre, cicatriz, mosca, rondar... a mí me huele a alquimia ourobourosa.
Claro, puede ser que esté un poquitititititito obsesionada con mis temas, jeje.
Las moscas no se han de comer tu bló, a lo más han de poner sus huevecillos y desbaratar su tejido para procrear multitudinariamente.
Por otro lado, las bacterias han de vivir de tu post por muchas, muchas generaciones.
A la Ogrero Bubular se la vienen comiendo las bacterias desde tiempos inmemoriales.
Pues que le vamos a hacer.
"brondol mosca"
Recuerdo como me asustaba la película "esa" de la mosca. Me asustaba el hecho de que eso me pasará... lo que me daba cuenta entonces es que hubiera sido bueno... asi me haría mas guapo. Juar.
Por otro lado eso de las moscas en realidad no me preocupa, me preocupa mas que mi cuarto ya no esta lleno de mariposas negras, ahora son blancas.
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