Yo también tengo miedo. No tengo fuerza para ponerle voz a los silencios de años. Ahora cuando camino me tomo de una mano imaginaria. Yo también tengo miedo. Quiero querer llorar. Tienes mi corazón en un puño. Yo no tengo miedo. Yo no tengo nada.
Aún al final:
Lamer tus heridas, siempre.
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