El coco y el viejo del costal son espantos obsoletos. Para poner en paz a los chiquillos latosos necesitamos algo más actual, concreto, que tenga una imagen (o una historia) espantosa que sustente la amenaza. Cuentan las voces que en un tiempo lo que rifó eran las poquianchis. "Si no te comes todo el chayote, las poquianchis van a venir por ti". A mí no me consta. Yo propongo a Billy Corgan. "Si no te callas te va a llevar Billy Corgan" o, lo que es peor, "Si no te estás quieto de grande te vas a parecer a Billy Corgan". Brrrrr. Escalofriante. Brrrrr.
Duérmete niño, duérmete ya...
Se despierta mi instinto materno con la emoción de tener un hijo al cual inventarle historias aterrorizantes con las que, tarde o temprano, presumirá el gran ingenio de su madre. (¿Eh?)
2 comentarios:
ay! qué te pasa, sí ami sí me gusta, es mi casi ídolo.
Para obligarme a comerme todo el chayote, hubiera bastado con que me dijeran que todo lo que no me comiera iba a regresar a molerme en la noche.
Ugh, chayote, substancia inmunda. Por fuera pelos puntiagudos, por dentro pulpa verde fosforescente. Ese vegetal no es de Dios.
Y la desa Plaqueta, que es macrobiótica, se lo come como si fuera la gran botana. En mi carro. Junto a mí.
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