lunes, octubre 18, 2004

Inocencia robada

Ayer escuché a una señora haciéndole a una niña las preguntas de cajón de la infancia y recordé lo que yo solía responder:

Señora que pregunta- Oye, nena, ¿qué vas a ser cuando seas grande?
Graciela niña- (sonriendo amablemente) She-ra.
S- ¿Y vas a casarte?
G- (sonriendo todavía) Sí.
S- ¿Con quién?
G- (sonriendo aún más, orgullosa de mi decisión) Con Pantro.


Después pensé en lo que respondería ahora:

Señora que pregunta- Oye, nena, ¿qué vas a ser cuando seas grande?
Graciela amarga- Mire, para empezar no me diga "nena", y nada, cuando sea grande no voy a ser nada porque me voy a morir a los 25.
S- ¿Y vas a casarte?
G- ¿Yo? ¡Ni madres! ¿Qué no escuchó que me voy a morir a los 25? Ya parece que voy a gastar mis últimos 3 años así. Además ¿eso a usted qué carajos le importa? y ¿por qué me está haciendo estas preguntas pendejas?


¿Dónde quedó la dulzura, la candidez, la inocencia? ¿Quién se las llevó? ¿Quién? ¿Quién? ¿Quién fue?

13 comentarios:

Chrontázar dijo...

La vida es así, de repente uno se encuentra con sus añotes encima y nada qué hacer, bueno, el viaje en paracaídas es una buena opción, pero sólo al nacer a los treita y trés, así que si uno muere a los veinticinco, difícilmente suena posible.
La verdad uno piensa en los grandes héroes de la rocanroleada y dice: mierda, ellos la hicieron gacha y dejaron un hermoso cadáver (excepto Cobain, que se voló los sesos), pero uno aquí, intentando pesar lo menos posible y vagar con diferentes rostros (es hastiante vivir con uno mismo).

Plaqueta dijo...

Por eso me dan miedo los niños: nunca sé qué decirles. A veces me vienen a la boca ese tipo de preguntas, pero siento que va en contra de mis principios hacérselas. Entonces ya no se me ocurre nada y mejor salgo de la habitación.

Alguien dijo...

es que a los niños no hay que decirles nada. si tienen algo que decir te lo van a decir de cualquier modo. de hecho es más común tener que callarlos. ¿qué es eso de andarles sacando plática?

rf dijo...

Pero She-ra estaba bien guapa.

Plaqueta dijo...

Shera era la neta. Y la figura de acción más. Tenía cabello de verdad, como de Barbie. Lástima que la mía terminó enterrada en la jardinera de mi edificio, tras una batalla sangrienta con los enemigos de He-Man (que eran como cinco veces más grandes: pertenecían a otra serie de juguetes, los no-para-niñas).
Yo no quería ser Shera, yo quería ser aeromoza: toing.

El Mareo dijo...

Qué bueno que quisieras casarte con Pantro. A mí me gustaba ser él. Me sacaba un poco de onda que estuviera calvo, usara truza nomás y tuviera tirantes con estoperoles, pero era bien listo y le tocaban los chacos, que son un excelente arma contundente. Tengo un primo al que le gustaba ser Felino y Felina, los dos, a la vez. Le llamábamos el Bartolo, aunque en realidad se llamaba Manolo.
Además de Pantro yo quería ser arqueólogo, para tratar con dinosaurios, pero hoy en día la realidad me encuentra comentando en blogs.

Humberto dijo...

Creo que el momento cumbre de mi infancia fue cuando me enteré, por un amigo que tenía antena parabólica, de la existencia de tres nuevos Thundercats: un que era un lince, otra chica-felina y el mejor de todos: uno que era un tigre blanco (como el que atacó a un mago hace poco). Yo quería ser el tigre blanco, se me hacía bien extravagante.

diamandina dijo...

Claro! La que apareció para desplazar a Cheetara como la "buenota" de la historia se llamaba Pumara, es de la única que recuerdo el nombre. Es verdad que el tigre blanco era bien exótico. Si no le fuera fiel a mi Pantro, yo creo que sí lo cambiaba.

La primera vez que conté lo de Pantro me respondieron: "¡Qué chafa que tu primer amor haya sido ese Maestro limpio azul!". Bueno, apesar de su pelonez y su asulez, ya lo dijo Mario, tenía su encanto.

Se me olvidó decir que entre mis planes estaba que cuando, siendo She-ra, estuviera casada con Pantro, iba a tener un hijo como el niño de cobre de "Los halcones galácticos". Al final del programa siempre le hacían preguntas y casi nunca se equivocaba. ¡Era bien inteligente!

Dichosos Plaqueta y Mario que tenían aspiraciones reales, yo de verdad sólo quería lo que aquí he dicho para mi futuro. Pero, es cierto que, a fin de cuentas, todos terminamos comentando en blogs. TODOS. Parece que es este el inminente destino de los niños ochenteros.

diamandina dijo...

Porque el público lo pidió...

Pronto:

Fotografías ineditas de mis figuras de acción de She-ra.

((Las guardo celosamente porque tengo la firme convicción de que algún día van a ser las más buscadas y podré vivir al menos dos años con lo que saque de su venta.))

Plaqueta dijo...

¡El niño de cobre! Era como el antecesor de los teletubbies, ¿por qué demonios tenía que hablar así? Además sí era bien güey, ¿no? Le preguntaban cosas como "¿Cuál es el planeta más grande?" y respondía "Tubi-tostada" o alguna sandez por el estilo. O la verdad ya no me acuerdo. El que estaba chido era el vaquero que tocaba la lira, era como el Bon Jovi espacial del futuro.

El Mareo dijo...

Ay, Tamara, ¿cómo ya no te acuerdas del Niño de Cobre? Si ese era el apodo del Edemege antes de que fuera El Edemege. Sí, era uno de esos apodos secundarianos productos del delirio de las drogas fuertes, como aquel mío de MarioMariposa o aquel tan bueno de El Aguacate de...uhm, de El Aguacate.
Quiero ver tus fotos de muñequitos de She-Ra, Graciela. Deben de estar rebien cuidados. Para contrastar yo podría sacarle una foto a mí She-Ra, a la que raspé con el dedo hasta que logré quitarle el vestidito blanco para tener una She-Ra encuerada.
Era yo un niño cochino.

El Mareo dijo...

Por cierto, qué gran ingenio el de los productores de los Thunder-Cats. El tigre blanco extravagante se llamaba Bengalí mientras que el otro tigre, el convencional, tenía el convencional nombre de Tigro; el lince ciego era Linzo, el leoncioto Leon-O y la momia era Mum-ra. Todos rimaban y eran pegajosos.
Yo a la pantera le hubiera puesto Baghera y me hubiera estallado la cabeza.
Añado más: Si los Thundercats se hubieran producido en los tiempos políticamente correctos por los que atravesamos hoy día, hubiéramos contado con la presencia del primer Thundercat latino: Ocelot-O.

Malakatonche dijo...

Eso de no dejar morir los post es buena idea, gracias plaqueta. Lo primero que hay que recordar cuando hablas con un niño es "no es un enano retrasado mental, es una persona"; la segunda cosa a recordar es "yo no tengo la culpa de que esté maleducado, es culpa de sus padres", la tercera es "aclarado el hecho de que el niño es una persona, me puede caer bien o me puede caer mal, que no soporte a este maldito monstruo no significa que odie a los niños, o que me encuentro en negación o que llegando el momento voy a ser un mal padre".

Aclarado este punto, puedes platicar con un niño con la misma franqueza que un adulto, simplemente omitiendo el material hardcore (lo cual, para beneplácito de mis pequeños compañeros de charla, a veces se me olvida).

Dudo que las señoras de la actualidad todavía pregunten semejantes gordeces (y más a un niño que no conocen), queda claro que para una mujer existen las mismas (o más)opciones que para los hombres, se casen en el proceso o no. Lo extraño es que muchas mujeres (lo acepten o no), todavía no se la creen, y tratan inconciente y desesperadamente de preservar la saludable y tradicional misoginia de toda la vida("así estoy mejor, muchas gracias, mi maridito me hace plena").


Where is my mind?...