sábado, octubre 30, 2004

Bellezas de la vida que no he de entender


 Posted by Hello

Así sean pequeñas o grandes, y aunque tengan bonitos y variados colores, en mí siempre producirán algo que va (dependiendo el tipo) del tímido asquito al pavor absoluto.

Aviso: Cuando yo sea dios -o fumigadora- no quedará en el mundo una sola mariposa.

10 comentarios:

Malakatonche dijo...

¿Porqué tanto odio a las mariposas? ¿De chiquita se te metió una en la boca o en la nariz o cómo?

Que ultimadamente las mariposas me importan un cacahuate, pero nomás por saber, si me concede la gentileza de informarme...

diamandina dijo...

Mi nariz y mi boca permanecen vírgenes de mariposas. Lo más cerca que he estado de eso fue una vez en la secundaria en que una de las grandes y negras me arrinconó para revolotearme en la pierna; yo, atrapada sin salida, no tuve otra opción que darle un cuadernazo para que entendiera que su presencia era non-grata.

Me mantengo alejada de todo lo que revolotee torpemente, como murciélagos y gallinas, pero las mariposas se mantienen primeras en el rank.

Con todo gusto te contaría mis razones, pero no las tengo. Que yo recuerde siempre les he tenido asquito-miedo y sin saber por qué. Alguna razón ha de haber ahí oculta. Cuando vaya al psicólogo para que me vuelva una persona normal y las causas de mi fobia se revelen, prometo contártelas.

Alguien dijo...

son lo más feo, son lo más feo, son lo más feo!!!
qué horror! cuando Dios andaba invenando al mundo estaba el diablo dando lata y con tal que lo dejara tarabajar en paz le dió permiso de inventar un animal y el diablo inventó la mariposa.

diamandina dijo...

Jajajaja. Justo tenía pensado convocar a las apátridas para que vinieran a apoyarme en el antimariposismo. Gracias por venir antes del llamado.

Tanzanite dijo...

Citando a Bart Simpson "Nadie sospecharía de una mariposa" MUAJAJAJAJAJAJAJAJA

El Mareo dijo...

Las mariposas, las abejas, los tigres, los leones, los ratones: Criaturas que jamás entenderé cómo es que acabaron convertidas en "animalitos cute".
Basta con asomarse al Discovery Channel para conocer sobre maravillas cutesísimas de la naturaleza, como
las lenguotas mutantes infernales de las mariposas,
los rituales harakiri de suicidio homicida que suponen las picaduras de abeja,
los pasos que sigue un tigre para romper la nuca de un ciervo,
los parásitos que desarrolla el león en la melena por tanta sangre seca que se le queda ahí,
las enfermedades satánicas que los ratones alegremente nos pasan a través de su caca.
Walt Disney: Espero que tu vida y obra te hayan ganado una eternidad de convivencia con tus amiguitos los animalitos de tu preferencia, pero de los de verdad.

Poeta sin palabras dijo...

Hola Andrómeda:

Espero que no seas nombrada Dios ni por error entonces...
Lo único que de verdad amo en el mundo es una Mariposa...

(Disculpa que ande de metiche acá en tu blog)

Alguien dijo...

ach! y bueno! cómo sea!
mejor no digo nada.
otros deberían seguir mi ejemplo.

Plaqueta dijo...

En mi primera infancia le tenía un miedo mortal a las mariposas. Corría despavorida cuando veía una. Ya luego fui contaminada culturalmente, y ahora no sé qué pensar. Sus representaciones gráficas no me molestan, aun cuando pueden resultar cursis-cursis. En vivo, ps sí, me dan cosa, mejor que se queden lejos. Pero si andan revoloteando en algún arbusto lo suficientemente lejano, ps se ve bonito, *aaaaaaah de ternura*. El otro día hasta me compré unos pasadores con maripositas (sin afán de parecerme a Lolita Ayala).
Pero cuando llega alguien y dice EN SERIO que "lo que más ama es una mariposa", así, como diálogo de película de Denzel Washington, uno dice: putas mariposas a la chingada.

es mi nombre Berenice dijo...

Yo les temo, no las tolero, me provocan repulsión mucha y me cagaba dibujarlas en mi primera infancia -a petición de mises metiches apestosas a Elegante-.
Sí que tengo una explicación. Le temo a todo bicho, animal, ser vivo. Mucha clavadez, pero es cierto. Le temo a los perros, a los gatos, a las moscas, a las arañas, a las cucarchas y a las mariposas... sobre todo si son grandotas y negras, por aquella superstición de que son la mismísima MUERTE.
En una boda, jugaba yo amis 7 años con niños deconocidos. Habían helechos y en ellos capullos de mariposas. Malosamente metí yo palitos y apreté, luego asomé mis ojitos y puf... que me cae una liquidito... llanto, histeria, lavado, ojos irritados... mucho, mucho temor.
Sólo me gustan las que vienen en Pétalo.